Turismo Sitges

La Playa de l’Home Mort, naturaleza y (buen) ambiente

Empezando por el nombre, la Playa de l’Home Mort o Playa del Muerto es un lugar muy especial. Lo es por su ubicación –toca andar, subir y bajar-, por su mezcla perfecta de azul y verde y por su ambiente histórico –se le considera, desde 1930, la primera playa ‘gay’ del mundo. Y en septiembre, es toda tuya. O casi…

Para gustos, colores. O playas en Sitges. Porque ya sabéis que tenemos muchas y variadas. Hasta 26 entre las que elegir. Pero hay una muy especial: la Playa de l’Home Mort o Playa del Muerto. La foto ya te sitúa: recóndita y recogida, a pie de un pequeño barranco, suelo de pequeños guijarros o bolos, verde a los lados y azul en varios tonos al frente.

 

Información práctica: no es rápido llegar a esta playa. Tampoco fácil si no te gusta caminar un poco (y subir y luego bajar). Pero vaya, que no es una odisea: desde el párking de la antigua discoteca Atlántida se inicia un camino de poco más de un kilómetro con el premio de un fin de trayecto sencillamente espectacular.

 

Lo de espectacular no va solo por el entorno de la Cala de l'Home Mort. También, y mucho, por el ambiente. Se trata de la autoproclamada, desde 1930, primera playa ‘gay’ del mundo. Lo que fue un secreto por razones obvias en sus primeros años es ahora un publicitada cala nudista muy frecuentada por el colectivo LGTBIQ. El resultado es un regalo de la naturaleza,  una pequeña bahía abierta y tolerante, siempre animada además gracias a la buena música, cócteles y sustento para el cuerpo del Chiringay del Muerto, otro motivo por sí solo para poner un pie detrás del otro y hacer esta excursión.

 

¿Qué por qué se llama la Playa de l’Home Mort o Playa del Muerto? Os engañaríamos si os dijéramos que hay constancia ‘documental’ del motivo, pero vecinos siempre bien informados en historia y leyendas de Sitges nos aseguran que durante la Segunda Guerra Mundial se encontró el cuerpo de un aviador en la arena. En todo caso, nada que ver con que sea una playa peligrosa para el baño. El peligro de esta playa está, hay que advertirlo, en que una vez la descubres, tu nivel de exigencia sube mucho… Y si vas ahora, ríete de Florencia y del síndrome de Stendhal…¡Luego no os quejéis!

 

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